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Pese a la ausencia de la lluvia, la primavera ha llegado a esta región boscosa para permitir no sólo el canto de los pájaros. Las voces infantiles siguen el ritmo del violín y las guitarras para expresar en lengua madre las hondas ilusiones de sus pueblos originarios.

 

El músico y poeta Martín Chávez, Makawi, ha formado parte del grupo de talleristas en estas jornadas. Sus notas musicales y la traducción de canciones de identidad chihuahuense a la lengua rarámuri son compartidas a los estudiantes. Acompañado de su esposa, que a su vez rasga la vihuela, el músico entona el Corrido de Chihuahua ---“we semati Chihuahua”---, cuyas notas leen y cantan los chiquillos, a todo pulmón. 

 

“Lo importante es que con ello no olviden su lengua materna y a la vez conozcan otras culturas, en este caso la de los mestizos”, puntualiza Makawi, quien porta el atuendo tradicional de los rarámuri de la región de Rejogochi, para, asimismo, enaltecer su identidad indígena.

Taller de canto

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